Informe enfatiza que acompañamiento educativo desde primaria favorece promoción
Un estudio del Instituto Nacional de Evaluación Educativa y de la UdelaR analizó las trayectorias de jóvenes que en 2009 realizaron pruebas PISA y hoy tienen 20 años. Según el equipo coordinador de la investigación, son fundamentales los acompañamientos impulsados por los consejos desconcentrados de ANEP para proteger el tránsito de primaria a media superior, evitar la repetición y el abandono del sistema educativo.
El Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEED) presentó este martes 5 de julio el informe denominado “Trayectorias educativas en la educación media. PISA-L 2009-2014”, en conjunto con la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República (UdelaR), con la coordinación del sociólogo Santiago Cardozo Politi.
La actividad, realizada en el Club del Expositor del Laboratorio Tecnológico del Uruuguay (LATU), fue presidida por la directora del INEED, Alex Mazzei, con la presencia de la ministra de Educación, María Julia Muñoz.
El informe presenta los primeros resultados de los estudiantes que fueron evaluados por las pruebas PISA en el año 2009 y que ahora tienen entre 20 y 21 años de edad. Es decir, consiste en una evaluación de sus trayectorias educativas para saber cómo avanzaron y qué logros alcanzaron hasta 2014, con edades entre los 15 y los 21 años.
Los datos revelan que el 80 % de los jóvenes en cuestión accedió a la educación media superior (4°, 5° y 6° de liceo o UTU), pero solo el 44 % logró acreditarla. Según observó Cardozo Politi, enfatiza en la incidencia del avance concretado en primaria y en los primeros años de ciclo básico sobre la trayectoria posterior.
Según agregó quien presentó el estudio, los chiquilines que a los 15 años se habían atrasado un solo año escolar (por repetición o por haber dejado de estudiar temporalmente) prácticamente no tienen posibilidad de culminar la educación media superior al menos antes de los 20 años. “Es un efecto fuerte y consistente”, indicó.
Asimismo, los jóvenes que se rezagaron en términos de aprendizaje, es decir los que PISA 2009 mostró que no habían desarrollado las competencias de lectura, matemáticas y ciencias básicas tienen problemas para mantener el vínculo en el sistema educativo formal y para progresar y culminar los ciclos escolares.
A los 20-21 años la población que realizó las pruebas PISA 2009 había acumulado en promedio 11,8 años de estudio. Un 10 % no había iniciado su noveno año de escolarización y casi un 30 % no llegaba a 10 años. Un 15 % de estas personas no acumuló ningún año de estudio adicional en la educación formal luego de los 15 años, un 42 % acumuló uno o dos años y un 43 % tres años o más.
Más de la mitad interrumpió al menos una vez sus estudios de educación media (55 %). Aproximadamente la mitad de ellos no los había retomado a los 20/21 años.
El 30 % del total abandonó al menos en una ocasión sus cursos durante el año luego de haberlos comenzado y el 50 % no se matriculó por lo menos una vez a inicios del año lectivo. Un 25 % hizo ambas cosas.
Buena parte de las trayectorias de desvinculación en la educación media siguen una secuencia temporal del tipo abandono-no matriculación. La desvinculación posterior es bastante más probable cuanto más temprano se produce el primero de los dos eventos. Solo el 11,7 % de los alumnos que retomaron sus estudios luego de interrumpirlos logró completar la educación media superior.
“Si bien no hay evidencia sobre diferencias en los aprendizajes, el sector educativo privado parece proteger mejor las trayectorias escolares”, sostiene el informe, que además hace una puntualización en cuanto a género. Las mujeres son más exitosas en sus trayectorias escolares en educación media. Acreditan la media superior en mayor proporción y lo hacen a edades más tempranas, en tanto se desvinculan menos que ellos, y si lo hacen hay mayor probabilidad de que retomen los estudios.
Cardozo Politi se refirió específicamente al tema del rezago, dijo que los datos vertidos días atrás por el Monitor Educativo 2015 del Consejo de Educación Secundaria (CES) se alinean a los datos de este informe, pese a tener fuentes diferentes.
Aseguró que en la última década se registraron mejoras en este sentido. Por ejemplo, primaria bajó sostenidamente sus tasas de repetición y secundaria mejoró un poco su promoción.
“Es vital que las intervenciones sucedan antes. No podemos esperar hasta los 15 años cuando los muchachos ya se rezagaron o no desarrollaron los conocimientos que debían desarrollar, para intervenir en forma remedial. Lo mismo cabe para las políticas de reinserción. Es imprescindible seguir haciéndolas, pero la clave está en intervenir en forma temprana. Un muchacho que aprende desde el inicio no se rezaga y no abandona los estudios y seguramente tendrá una trayectoria como la que esperamos”, insistió el sociólogo.
Las valoraciones de los estudiantes
Según este informe, los jóvenes realizan una valoración positiva de la integración social en el centro educativo y lo mismo en relación al vínculo con los profesores. Un conjunto no mayoritario pero importante de estudiantes expresó tener vínculos académicos débiles: le aburrían las clases o lo que tenía para estudiar, no prestaba atención, no hacía las tareas, no dedicaba muchas horas a estudiar, llegaba tarde o faltaba a clase con frecuencia.
“Aunque la mayoría tuvo una opinión positiva respecto a la utilidad de la educación media, un 28,8 % de alumnos no cree que la educación media le haya enseñando contenidos relevantes para sus estudios superiores o para su inserción laboral (17,8 %). Uno de cada tres entiende que lo preparó poco para la vida adulta”.
Cardozo Politi sostuvo que es fundamental acompañar las mejoras que se fueron registrando estos años en los indicadores de repetición con avances sustantivos en términos de aprendizaje. “Tienen que suceder ambas cosas. Los chiquilines no se tienen que rezagar en su carrera escolar, pero al mismo tiempo tienen que ir aprendiendo”, concluyó.
Informe Trayectorias educativas en la educación media
Fuente: Presidencia de la República