Celebramos el día de la danza

Danzan las personas, la ciudad... vibrando en la mirada nueva de la Danza. Hoy, cada día, bailamos nuestra vida.
El bailarín templa con la voluntad placer (de ser), su casa cuerpo, (abrazando cómo ella es, su forma que se enciende y se incendia), el movimiento de las emociones, su mente, que se hacen receptivos al misterio del arte.

Vamos aprendiendo y agradeciendo a los compañeros de viaje la diversidad iluminada por la unidad, la unidad articulada por la diversidad.
Aquí y ahora, nos podemos mirar a los ojos. La danza que puede cancelar con su ejercicio los estancos sociales, nos ayuda a limpiar, expresar y compartir más allá de los mismos; escuchar el latido imponente del cuerpo de la humanidad una que pide nutrición para todas sus células en todos sus niveles, nos ayuda a despertar.

Camina la Danza, que es una con las Artes, que es independiente.
Pulsa contemplando “en el exterior” honrando los centros de influencia que aparecen en los medios que llegan “oriente de qué”, “occidente de qué” y bebiendo en el “interior” “en estas tierras”, en la verdad interna.
Se mira a si misma, juega circularmente con la teo-ría y la práctica, la tierra al cielo y el cielo a la tierra. Se asume como fuente de manifestación y liberación, de creación, de curación.
Seguimos bailando.
Organiza asociaciones, elencos, escuelas, eventos, reuniones, espectáculos, universidades, festivales, documentos, libros...

Avanza la Danza en los organismos oficiales y los transparenta.
Se hace cargo de su responsabilidad-poder, con corazón.
Se despliega con los niños y los jóvenes.

Bailarin@s de todas las edades.
La pierna queda en el aire, la emoción en la cara, la mano en alto, la voz vuelve al silencio,
La boca abierta.

Nos abrimos a lo desconocido.
Nace la danza.
Danza Presente.

Graciela Figueroa_ 2015

Miércoles 29 de Abril de 2015
Dirección Nacional de Cultura