En 2011, 4 y 5 de noviembre, se realizó techne.11 definido como "un territorio donde arte y tecnología se conjugan en performances e instalaciones que utilizan la ciudad como soporte".
Los límites entre las disciplinas se borran y la inmediatez, la interactividad y la participación dan lugar a obras de un género híbrido y diverso.
Espacios: MNAV, EAC y Villa Biarritz
Flatten
El arte tecnológico invade la ciudad
En los últimos años las tecnologías han producido profundos cambios en la vida urbana y comunitaria. Hablamos por teléfono en las calles, recibimos información a través de conexiones inalámbricas, compartimos ideas y eventos personales en las redes sociales, intercambiamos fotografías, sonidos y videos sin cesar. Estas transformaciones repercuten de igual manera sobre la producción artística. Dan lugar a creaciones basadas en las potencialidades de las tecnologías electrónica y digital y sobre todo promueven su desplazamiento desde los ámbitos tradicionales de exposición hacia las calles y los espacios no convencionales. En este contexto, y en el marco de los festejos del Bicentenario que incentivan la reflexión sobre el presente y sus proyecciones futuras, nos proponemos pensar las relaciones entre el arte y las tecnologías a través de un encuentro que se disemina por la ciudad y sus pobladores, que se instala en sitios voluntariamente periféricos para poner a prueba las conexiones del arte con los entornos urbanos y llegar a otro público.
Este encuentro a cielo abierto es una oportunidad para examinar límites y posibilidades, energías y tensiones. Conjuga planificación y espontaneidad, expresión e interacción, pero además, señala un territorio fructífero de colaboraciones en el que se gestan nuevas modalidades y comportamientos estéticos. Los artistas exploran ese terreno de formas muy diversas, que van desde la apropiación o la desviación de las tecnologías de última generación al reciclaje de desechos técnicos, pasando por una extensa variedad de posibilidades intermedias. Hacen uso de las herramientas analógicas y digitales, localizadas y móviles, dóciles y resistentes, y las ponen en diálogo con la ciudad resaltando sus sustratos sociales y comunitarios. Imágenes, sonidos, performances, intervenciones urbanas, propuestas participativas, improvisaciones, compromiso y fiesta se dan cita en este encuentro que saluda otros 100 años por venir.
Juliana Rosales
Rodrigo Alonso
Bitmondo