La Dirección de Educación del Ministerio de Educación y Cultura, a través de la División de Investigación y Estadísticas, presentó la publicación “Logro y nivel educativo alcanzado por la población 2015”.

Con la presencia de la ministra María Julia Muñoz y la directora de Educación Rosita Inés Ángelo, el director de la División de Investigación y Estadística, Gabriel Gómez, expuso los datos procesados a partir del módulo de Educación de la Encuesta Continua de Hogares (ECH) 2015 del Instituto Nacional de Estadística (INE).

El estudio destaca que aumenta la participación de niños y jóvenes en el sistema educativo, continúan reduciéndose las brechas socioeconómicas y disminuyó sensiblemente el rezago escolar si se lo compara con 2006.

Asimismo establece como desafíos la disminución del rezago en educación media básica, el incrementar de la cobertura y disminuir el rezago en educación media superior, mejorar la culminación de ciclos especialmente media básica y superior, y facilitar el acceso a educación terciaria en los hogares de menores ingresos.

Por niveles educativos, se verifica una importante escolarización (68.1%) entre los niños de 3 años. En la franja de 4 a 14 años se consolida una participación superior al 90% y es el tramo de edad en donde las desigualdades socioeconómicas presentan una menor incidencia sobre la asistencia al sistema educativo. Mientras que a partir de los 15 años, la cobertura disminuye conforme aumenta la edad. En tanto que la asistencia para los niños entre 6 a 11 años al ciclo primario se encuentra cercana al 100%.

Más de 9 de cada 10 jóvenes entre 12 y 14 años asiste a un centro educativo, casi 8 de cada 10 lo hace a educación media básica o superior y un 18,2% presenta una situación de rezago con respecto a su nivel.

En una mirada temporal se destaca el crecimiento de la tasa de asistencia ajustada (9,2% más en 2015 que en 2006), junto con una disminución del rezago (7,7,%), dato que surge de la diferencia entre las distancias de la asistencia y la tasa neta ajustada que en 2006 era de 25,9% y en 2015, 18,2%.

En lo que respecta a la educación media superior (15 a 17 años) se observa que más de 8 de cada 10 jóvenes entre 15 y 17 años asisten a un centro educativo, 3 de cada 10 concurre a un nivel inferior a este (30,9%) y casi el 18% no participó en actividades de ningún centro.

Se destaca que entre 2006 y 2015 la asistencia al sistema educativo subió de 75,2% a 82,1%, mientras que la tasa de asistencia al nivel pasó de 46% a 51,2%.

El analfabetismo también disminuye de manera constante y consistente en Uruguay, con una reducción sostenida en los últimos 50 años a casi la sexta parte de la existente en 1963.

Rosita Ángelo explicó que la presentación de la publicación forma parte del rol del MEC “establecido en la normativa en cuanto a la confección de las estadísticas del sector educativo y en el marco de una política de datos abiertos”.

Destacó que esta entrega permite no solo mirar los datos interanuales sino mostrar espacios de análisis con miradas de mediano y largo plazo. “La idea de generar espacios sostenidos de presentación de resultados tiene que ver con ganar perspectiva respecto a estos debates, a la vez que aporta información que nos permite mirar las trayectorias educativas y mirar otros espacios, no solo la educación formal”.

En ese sentido remarcó que es indispensable generar estadísticas y evaluaciones sobre otros espacios que incorporan temas relacionados con la educación no formal. “Estos datos son necesarios para comprender la conformación de los itinerarios educativos que son más complejos que solo mirar los procesos dentro del sistema educativo formal”, agregó.

Ángelo mencionó como ejemplo el avance de la cobertura en la primera infancia que responde también al despliegue de un trabajo interinstitucional en la construcción de un discurso con numerosos actores como el Consejo Coordinador de la Educación en la Primera Infancia (CCEPI) y acompañado con el lanzamiento del Marco Curricular Único.

Por su parte, la ministra Muñoz destacó la importancia de contar con la información necesaria para tomar acciones y mejorar las políticas públicas. “No está en manos solo de los docentes y las familias, es una responsabilidad de todos saber cómo, cuándo y dónde debemos hacer hincapié en la formación de nuestros niños y jóvenes. Esta información nos dice que falta mucho por hacer pero vamos en buen camino”, finalizó.