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“Pertenezco a esa generación de críticos que aspira a ser respetado por lo que dice”
La comunidad artística reconoció con la entrega de una medalla en reconocimiento a la trayectoria del crítico de arte Nelson Di Maggio.
El homenaje se realizó en el Museo Nacional de Artes Visuales (MNAV) y contó, además de Di Maggio, con la presencia de su director Enrique Aguerre, la periodista Adela Dubra, la doctora en lingüística e investigadora Lisa Block de Behar y el artista Martín Sastre, a través de un audiovisual.
Di Maggio recibiendo la medalla junto a Block de Behar
La iniciativa surgió espontáneamente por parte de un grupo de artistas, periodistas y actores vinculados al mundo cultural como puntapié para la creación de un galardón que reconozca la trayectoria o la contribución de personas e instituciones que promuevan y divulguen las artes visuales. Martin Craciún, Clever Lara, Fernando López Lage, Luis Mardones, Claudia Piazza, Emma Sanguinetti y Pablo Uribe, son algunos de sus impulsores.
El galardón se inicia con el reconocimiento a la figura del crítico de arte, como parte sustancial del quehacer artístico.
Nelson Di Maggio (San José de Mayo, 1928) es uno de las pocas figuras que aún practica el oficio y a los 88 años recorre puntualmente la mayoría de las exposiciones. Sus críticas son publicadas con regularidad, actualmente, en el semanario Voces. Es autor de varios libros, entre ellos, “Costigliolo, homo geometricus” y “Artes Visuales en Uruguay. Diccionario crítico”, que recoge seis décadas de actividad.
“Yo pertenezco a esa generación de críticos que no aspira a ser querido por lo que debe decir sino a ser respetado porque lo dice”, dijo Di Maggio al recibir el reconocimiento.
“Entiendo la crítica de arte menos como un oficio o una profesión difícil de enseñar y más como una manera de ser, vivir y estar en el mundo (…) ver es interpretar, el ojo crea un mundo que no está en el mundo y ver el mundo, construirlo, es un atributo de todas las personas, una actividad artística que todos poseemos”.
“La auténtica crítica que puede llamarse así es la que está libre de cualquier poder económico, ideológico, ajena a instituciones, a museos o galerías, a las amistades y las simpatías personales. Además la crítica tiene que ser siempre opositora incluso en los gobiernos ideológicos afines al propio crítico. Tienen que estar siempre a contracorriente. De otra manera, carece de absoluta credibilidad y autenticidad”, reflexionó Di Maggio.
Reconoció que ser crítico no es fácil ni es para cualquiera. “Además de una irrenunciable vocación hay que tener ciertas facilidades económicas, de tiempo disponible para desplazarse hacia los lugares donde suceden los acontecimientos en tiempo y forma, no depender de estructuras familiares que impidan viajar”.
Di Maggio explicó algunos de los motivos por los que aceptó ser homenajeado. “En primer lugar consideré que más que algo personal era un reconocimiento a la crítica de arte, una actividad más golpeada que aceptada. En segundo lugar, no es habitual que exista un reconocimiento a una persona viva y actuante, una persona que anda todos los días, recorre las galerías y los museos. Es cierto que 70 años de continua actividad en la crítica de arte es un buen número, rara vez alcanzado por algunos de mis colegas, del pasado y el presente, inclusive a nivel internacional.
Enrique Aguerre y Adela Dubra destacaron el sentido crítico de Di Maggio
Naturaleza y oficio
Enrique Aguerre recordó que en su trayectoria artística cuenta con casi treinta críticas realizadas por Di Maggio. “La mayoría son positivas y favorables, que son la que más me gustan, y algunas no pero reconozco una labor casi sostenida de dieciocho años, que no es poco”.
Adela Dubra dijo que “en este reconocimiento quisimos honrar a un montón de gente que hoy está demasiado olvidada”. Mencionó a Eduardo Ferreira, decano de los críticos de arte, a la artista María Freire y a Roberto de Espada, “gente que escribió tanto y con tanta pasión”, sostuvo.
Por su parte, Lisa Block de Behar destacó “la independencia de espíritu” de Di Maggio “asociada a su lucidez y avidez intelectual incontenible que no atenúa una ansiedad de actualización permanente, siempre al día. Nada de lo que es arte y cultura es ajeno ni inadvertido”.
“Esta medalla es emblema de su naturaleza y oficio”, concluyó.
La sala del MNAV colmada de público para reconocer la trayectoria de Di Maggio