Muñoz destacó el rol de la cultura como herramienta contra la segmentación y a favor de la inclusión social

La ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, junto a su par brasile&n

tilde;o Juca Ferreira y el especialista en temas de cultura y patrimonio Joxean Fernández, participó del diálogo“Ciudad y Cultura, la reconquista del espacio público” organizado por la Fundación Fiedrich Ebert Stiftung en Uruguay, el Centro de Formación para la Integración Regional (Cefir) y la Sala Zitarrosa –lugar del encuentro-.

La ciudad como escenario para impulsar la igualdad y las políticas que favorecen la inclusión social fue el principal eje del diálogo este jueves 9 de abril, que también contó con representantes de los partidos políticos aspirantes a gobernar la Intendencia Departamental de Montevideo.

Para Ferreira la ciudad no es estática y no puede ser vista como un escenario de intervención sino que se debe reorganizar la división y la funcionalidad de los espacios urbanos. Recordó que en Brasil el 90 % de la población vive en las ciudades y los escenarios urbanos deben ser espacios que posibiliten la convivencia y la socialización.

En ese sentido resaltó la contribución de las iniciativas culturales en la reducción de los índices de violencia en los barrios donde se aplican. En su opinión, la cultura construye "el ambiente favorable para la conexión con esas cuestiones sociales".

Por su parte, Muñoz valoró el rol de la cultura como herramienta contra la segmentación y a favor de la inclusión social. "Creemos que no hay duda que son los poderes públicos y los Gobiernos los que debemos hacer que esta poderosa herramienta de motor social llegue a todos los ciudadanos en las distintas expresiones, en la diversidad de oportunidades", dijo.

A su juicio, los planes estratégicos y de ordenamiento territorial, deben considerar la cultura, en su amplia acepción, como el eje vertebrador que nuclea, integra y aglutina todos los elementos y vertientes que conforman el variopinto universo de lo urbano.

Asimismo reflexionó que frente a las dinámicas económicas, sociopolíticas y culturales tendientes, en la actualidad, a romper lazos físicos y simbólicos, surge el “derecho a la ciudad”, la conquista del espacio público, la construcción de identidades y la insurgencia ciudadana frente a la negación de los derechos ciudadanos. A su entender, esto recuerda que el espacio público es el marco en el que se expresan las aspiraciones o reivindicaciones colectivas, las celebraciones populares, las protestas sociales, las manifestaciones políticas.

Para finalizar invitó a amar el lugar del mundo en el que se vive, el lugar al que pertenecemos y en el que los paisajes, los sonidos y los aromas nos evocan tantos recuerdos y nos comprometen con el futuro al desafiarnos a imaginar una ciudad cada día más linda, más amable y estimulante.