La música uruguaya continúa de duelo: el pasado jueves falleció en Montevideo el compositor Diego Legrand.
Legrand había nacido en la capital el 20 de septiembre de 1928. Si bien desde muy niño le gustaba improvisar en el piano, sus estudios formales de este instrumento los inicia en 1947, primero en el Conservatorio Kolischer con Adela Taborda y luego con Sara Bourdillon en la Escuela Normal de Música. Su formación en composición fue con los maestros Nydia Pereyra Lizaso y Guido Santórsola. En 1970 obtuvo una beca para estudiar composición en Santiago de Compostela con el maestro Cristóbal Halffter, quien lo consideró poseedor de un lenguaje propio muy interesante. Posteriormente viajó a París donde realizó estudios técnicos de música electroacústica con Jorge Arriagada. Al mismo tiempo aprovechó la invitación que le otorgara el Consejo Alemán de Música para visitar las principales escuelas de música de ese país.
Participó del festival de Donauueschinguen en Alemania y representó a nuestro país como delegado en la Sociedad Internacional de Música Contemporánea en Viena. En 1987 su obra Momento II fue seleccionada por la mencionada institución ejecutándose con gran éxito en la ciudad de Frankfurt.
Fue un animador de las actividades musicales, siendo cofundador del Núcleo de Música Nueva y de la Sociedad Uruguaya de Música Contemporánea. Intervino como jurado en los concursos de Juventudes Musicales, Aemus, Ateneo de Montevideo, Sodre y Orquesta Sinfónica Municipal (actualmente Filarmónica). Premio Nacional de Música (MEC, DNC)
Sus composiciones abarcan diferentes estilos que van desde el neoclasicismo de la Sinfonieta, pasando por algunas obras de carácter nativo como la Danza criolla para piano y finalizando con obras de neta influencia piazzolliana como su tango para guitarra Tango gris. Legrand, en una entrevista realizada en 1996, manifestó al Centro de Estudios Musicales Argentino-Uruguayo: "Hago lo que realmente siento, en cualquier estilo. Utilizo todos los elementos que he ido adquiriendo a lo largo de mi vida, según lo que quieran expresar mis estados psíquicos. Mis obras son muy intuitivas, jamás esbozadas ni calculadas. En ellas siempre hay algo de mí".