Artistas: Gladys Afamado, Emilio Bianchi, Cecilia Gerson, Ana Laura López de la Torre, Evelyn Novick, Teresa Puppo, Juliana Rosales, Martín Sastre/Delmira Agustini.

(Con el fin de simplificar la lectura de este documento, se utiliza el género gramatical femenino con significado inclusivo, es decir para referirse tanto a mujeres como a hombres.)

La violencia de género puede visualizarse como una serie de capas superpuestas y permeables, de las que solamente algunas son punibles, mientras otras son acatadas y reproducidas sin cuestionamiento por la sociedad. Violencia bajo la forma de privilegios, mandatos sociales o imágenes estereotipadas. Física, sexual, simbólica, patrimonial, política: seamos o no conscientes, lidiamos cotidianamente con alguna de sus varias manifestaciones.

Las obras que integran esta muestra permiten reflexionar sobre la violencia de género desde distintos lugares y, a través de procesos casi alquímicos, encuentran maneras de sortearla. Clases de kickboxing a modo de mantra, un retrato familiar solo de línea materna, un memorial vivo para las víctimas de violencia de género en el centro de la ciudad, una performance en Londres sobre la historia de un padre panadero, un video que transmuta una relación amorosa mediocre, decenas de fotos compartidas en Facebook que subvierten los conceptos mismos de género e identidad, una performance que trasgrede lo socialmente permitido para una mujer, un video viralizado por whatsapp con tips de cómo actuar en situaciones violentas o la imagen de un hombre mayor siendo maquillado frente a un espejo son algunas de las fórmulas utilizadas por las artistas en este sentido.

Las ocho -más una- artistas seleccionadas usan la alquimia para abrir caminos, romper esquemas, sanar heridas, cambiar las formas: alteran y sustituyen elementos en busca de un nuevo orden. Las herramientas varían de la pintura al arte digital, de la performance al video. La estética es siempre mágica, punzante, actual.

Paula Delgado (curadora).