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A 120 años de su nacimiento la Biblioteca Nacional homenajeó la figura y la carrera literaria del escritor minuano
Se realizó en la Sala Julio Castro de la Biblioteca Nacional, un homenaje a l
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Esther Pailós, directora de la Biblioteca Nacional y la ministra María Julia Muñoz durante la ceremonia de homenaje
Participaron de la actividad la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz y la directora de la Biblioteca Nacional, Esther Pailós.
Expertos en literatura, historiadores y su nieta Rossana Mazzoni expusieron sobre su vida, su creación literaria y su relación con la música.
La ministra María Julia Muñoz lo recordó como “un minuano que nos ha marcado con su literatura a todos. Nadie pasó por la escuela de Uruguay sin haber leído los cuentos de Morosoli y haberse sentido impactado por esas historias tan lindas y tan nuestras”, expresó.
Carlos Poggi, Beatriz Vegh y Rossana Mazzoni, nieta de Morosoli expusieron sobre distintos aspectos de la vida del escritor
Hijo de una familia de inmigrantes suizos, Morosoli abandonó la escuela a los 9 años para dedicarse a trabajar junto a su padre en tareas de albañilería. Su breve paso por la Escuela N° 1 le permitió ganar un concurso de cuentos por el que recibió como premio un viaje a Montevideo.
Al poco tiempo, ingresó a trabajar en la librería de un tío lo que significó el primer contacto con la literatura y los primeros ensayos como escritor de poesía. Junto a otros escritores, publican Balbuceos, donde se publican sus primeras poesías.
Años más tarde, adquiere una barraca en la esquina de la calle Sarandí y 18 de Julio en Minas, lugar que le sirvió de materia prima para construir sus relatos vinculados al campo y la naturaleza por la gran concurrencia de personas del ámbito rural a su local.
Su obra gira en torno a la relación del hombre con la naturaleza, la soledad, la muerte, los personajes sencillos y los oficios rurales hoy en extinción.
“En cada uno de sus cuentos hay una reflexión filosófica sobre el sentido de la vida”, expresó su nieta Rossana Mazzoni.