Se presentaron los resultados de cinco años de gestión del Programa y sus perspectivas a futuro

En la sala Alba Roballo, con la presencia de la subsecretaria de Educación y Cultura, Edith Moraes, autoridades nacionales e integrantes del cuerpo diplomático acreditados en Uruguay, se hizo una puesta a punto del Programa IBER-RUTAS que integra Uruguay junto a otros diez países.

IBER-RUTAS tiene el objetivo de contribuir a la diversidad cultural en Iberoamérica, conformando un espacio común para la protección de los derechos de los migrantes. Su génesis se remonta a 2010, cuando fue aprobado en la XX Cumbre Iberoamericana de Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno de Mar del Plata.

Tiene tres líneas de acción: Miradas de Iberoamérica, que integran concursos de fotografía, ensayos y un premio audiovisual; el Fondo Maleta Abierta, que instaura premios por acciones culturales y el Museo de las Migraciones y en tercer lugar, la promoción de la investigación de procesos migratorios.

Edith Moraes saludó a los participantes de la jornada y reflexionó en que el programa es una expresión de “Iberoamérica unida, reconociendo lo que hace a la diversidad en el marco común de la defensa de los derechos, como enfoque de las acciones”.

Luego Alba Goycoechea, representante de la Organización Internacional para las Migraciones, dijo que “la actual realidad migratoria nos interpela a todos” y anunció que por primera vez existe un principio de acuerdo a nivel internacional para empezar a implementar “una migración ordenada, segura”, que “respete los derechos humanos, contra el racismo y la xenofobia”.

Por su parte Alejo Ramirez, director de SEGIB, manifestó que “es un motivo de alegría ver cómo los programas que SEGIB acompaña, como IBER-RUTAS, que es uno de los 25 programas de cooperación sur-sur que apoya, crecen y se consolidan”.

Destacó el trabajo del MEC y recordó que “Iberoamérica es la única región del mundo que no tiene una organización política detrás de la xenofobia, como sí existe en todo el mundo”.

Finalmente, el director de Cooperación Internacional y Proyectos del MEC, Nicolás Pons comentó que “los migrantes siempre dejan raíces y el programa, a partir de estas raíces muestra la diversidad cultural, concebida dialécticamente como proceso potenciador, que valore las raíces del otro”.